PONERSE EN LUGAR DE OTRO
Ayer pusimos en práctica las reflexiones
del cap. XXXI de Psicología Revolucionaria, “El Trabajo Esotérico
Gnóstico”.
La idea de la práctica es reflexionar
sobre la antipatía mecánica que sentimos en ocasiones hacia algunas personas.
Después de relajar el cuerpo mediante
la imaginación y la voluntad, transmutamos las energías mediante el pranayama
HAM SAH. Posteriormente realizamos el mantram INRI, con el objetivo
de activar el chakra del entrecejo (chakra Ajna). El trabajo con el chakra
del entrecejo permite despertar el tercer ojo, el ojo de la imaginación
o la clarividencia.
Una vez preparado el cuerpo y la mente,
pasamos al objetivo de la meditación. Para ello vamos a seguir los siguientes
pasos.
- Imaginamos
a una persona por la que sintamos antipatía mecánica en nuestro corazón.
De esta manera comenzamos a romper barreras psicológicas entre esa persona
y nosotros.
- Tratamos de ocupar el lugar de esa persona, imaginando cuales son sus problemas, circunstancias, estados interiores, emociones, pensamientos, etc. Mediante este punto buscamos comprender mejor a esta persona, su actitud hacia nosotros y con los demás.
- Reflexionamos
en aquello que nos molesta de la persona y sirviéndonos la persona como espejo
tratamos de descubrir ese mismo defecto en el lado oscuro de nuestra
psicología. Este punto es importante, puesto que, por norma general, todo
aquello que nos molesta y criticamos en otras personas son aspectos que no
aceptamos o no reconocemos en nosotros mismos. Por lo tanto, mediante esta
meditación podemos arrojar luz a muchos puntos inconscientes de nuestra
psicología.
- Finalmente
visualizamos también las cosas buenas de esta persona, sus actitudes
positivas, sus virtudes, etc. Hay que aprender a ver el lado bueno de las
personas y no solo aquello que nos disgusta o desagrada.
Mediante esta práctica podemos
mejorar nuestra relación con las personas de nuestro entorno y al mismo tiempo
nos ayuda a conocernos mejor a sí mismos.
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