Oh, Dios invisible que diriges los destinos de cada uno, haz que de tu fuerza, podamos absorber las vibraciones para continuar el verdadero camino.
Ayúdanos para que
podamos extender nuestro mirar sobre todas las cosas y comprender el sentido
que ellas encierran.
Penétranos y
realízanos uno con tu rayo de amor.
Queremos abrir
nuestro corazón cual árbol frondoso que expande sus ramas para dar sombra a los
viajeros exhaustos.
Que nuestros
hermanos sientan el amor que les enviamos hoy y siempre.
Haz que tu divina
presencia guíe nuestros pasos en la senda del bien.
Que el cristo
interno sea despertado en nuestros corazones.
Queremos ser
útiles a la humanidad, para que se cumpla en la luz divina, nuestro destino de
ser evolutivamente.
Que puedan las
rosas florecer plenas de fuerza en nuestra cruz.
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